Gracias Mamá, por regalarme la vida, por permitirme conocer este mundo, por darme fuerzas para ser cada día mejor.
Gracias por entregarme tu amor incondicional, por esos abrazos que me reconfortan y me hacen sentir que eres lo mejor que Dios puso en mi vida.
Mamá eres esa luz especial que siempre brilla, cuando los demás me han abandonado en la oscuridad.
Eres esa puerta siempre abierta para mí a toda hora.
Gracias por tu cariño sin fin.
Jamás encontraremos en la vida ternura y cariño igual al de una madre.
Mi madre reza por mí, incluso cuando yo solo rezo por mí mismo.
Mi madre se acuerda de mí cuando ni yo mismo lo hago.
Mi madre me daría el mundo entero si estuviera en sus manos.
No hay amor que se pueda comparar.
No dejes para mañana el abrazo que le puedas dar hoy a tu madre, un beso o una frase de agradecimiento, que para ella será el mejor regalo del mundo.
¡Feliz día de la madre!
Solo el amor de una madre apoya a su hijo, cuando todo el mundo deja de hacerlo.
Solo el amor de una madre confía, cuando ningún otro cree.
Solo el amor de una madre perdona, cuando ningún otro entendería.
Solo el amor de una madre resiste cualquier tiempo de prueba.
No existe otro amor terrenal más grande que el de una madre.
Ojalá pudiera volver atrás el tiempo, no para rectificar algo mal hecho, sino para abrazar a alguien que ya no está.
Ojalá pudiera volver atrás el tiempo, no para un ser niño de nuevo, sino para besar a mi madre que extraño cada vez más.
Felicidades Mamá allá donde estés y que Dios te tenga en la gloria.