- Disfruta de tu propia compañía. Abraza todo sobre tí, aún tus errores, sé compasivo y generoso contigo mismo. Sin lugar a dudas el paso más importante hacia un encuentro con la felicidad es el encuentro con tu propio ser, reconócete alegre y triste, abrázate, no te juzgues.
- Sonríe, sonríe, sonríe. Al sonreír el cerebro libera una sustancia llamada serotonina y esto hace que instantáneamente nuestro estado de ánimo se eleve y construya un contexto de ideas y acciones positivas.
- Saborea una pequeña pieza de chocolate y verás como tu estado de ánimo mejora. El consumo de chocolate (especialmente el dark chocolate) provoca la liberación de endorfinas. Las endorfinas son neurotransmisores (moléculas que transmiten señales entre las neuronas) que pueden ayudar a reducir el estrés y provocar estados de alegría.
- La felicidad es contagiosa. Es importante rodearse de gente alegre, optimista y positiva que compartan nuestros valores, metas y sueños.