Con Dios podemos alcanzarlo todo y mucho más de lo que imaginamos.
Con Dios podemos hacer realidad todos nuestros sueños, metas, planes, propósitos y aspiraciones.
Con Dios encontraremos la fuerza, la valentía, el coraje para seguir hacia adelante y poder salir de situaciones penosas.
Con Dios podemos alcanzar la paz que necesitamos para sentirnos verdaderamente realizados y felices.
Con Dios no hay imposibles, todo lo podemos alcanzar.