No es ningún secreto que me muero por estar contigo... todo el maldito tiempo.
Se quedaron dormidas en mi piel tus caricias y dormidos tus besos aquí en mi boca.
A veces te extraño, a veces... también.
Para mí un pedacito de tus labios es un pedacito del cielo.
Podría recorrer el mundo entero, caminando, corriendo, volando o soñando, pero con el único destino, tus brazos.
¡El mejor café para mis insomnios está en tus ojos!
Tengo tantas cosas que decirte a la cara y otras tantas al oído.
Lo que quiero contigo, no lo quiero con nadie más...
Perdón por ser fiel, entregar todo de mí, quererte como a nadie, hablar de ti con todos y pensarte tanto.