sábado, 25 de febrero de 2017

Una Reflexion La Mariposa y la Flor






ierta vez, un hombre pidió a Dios una flor y una mariposa. Pero Dios le dio un cactus y una oruga. El hombre quedó triste, pues no entendió por qué su pedido llegó errado. Luego pensó: Con tanta gente que atender... y resolvió no cuestionar.
Pasado algún tiempo, el hombre fue a verificar el pedido que dejó olvidado. Para su sorpresa, del espinoso y feo cactus había nacido la más bella de las flores. Y la horrible oruga se había transformado en una bellisima mariposa.
Dios siempre hace lo correcto. Su camino es el mejor, aunque a nuestros ojos parezca que todo está errado. Si has pedido a Dios una cosa y has recibido otra, confía. Ten la seguridad de que Él siempre te proporcionará  lo que necesitas en el momento adecuado. No siempre lo que deseas... es lo que necesitas. Como Él nunca falla en la entrega de sus pedidos, sigue adelante sin dudar ni murmurar...
La espina de hoy... será la flor de mañana.
Siempre supe que eras la persona indicada y si alguna vez lo puse en duda, fue porque no escuché a mi corazón. Ahora es diferente y tengo la total convicción, de que eres todo lo que busqué a lo largo de mi vida. Con nadie más quisiera forjar el futuro brillante que sé que nos esta esperando.
La vida vale la pena cuando encuentras a alguien con quien compartir todos tus triunfos, tus angustias y las cosas que te hacen ser quien eres. Tuve la suerte de encontrarme contigo, porque no hay nadie más que me comprenda como lo haces tú. Solo quiero que siempre tengas presente, que eres la persona más importante para mí.
Si volviera a nacer y tuviera que elegir nuevamente, alguien que le diera sentido a mis días, volvería a fijarme en ti sin pensarlo, porque nadie más es capaz de hacerme sentir de la manera en que tú lo haces. Y es tan valioso tenerte a mi lado que estoy seguro, que ninguna otra persona podría ocupar el lugar que tienes en mi corazón.
La forma en que haces las cosas y como me hablas hasta lograr acelerar las palpitaciones de mi corazón, son la única razón que necesito para saber que jamás encontraré a nadie como tú. Hoy estamos listos para afrontar una gran responsabilidad pero también, para encontrar nuestra felicidad juntos.